lunes, enero 25, 2010

Si algún día tienes ganas de llorar… sólo llámame.
No prometo que te haré reir, pero puedo llorar contigo.


Si algún día necesitas salir corriendo…
No tengas miedo, llámame.
No prometo pedirte parar, pero podré correr contigo.


Si algún día no quieres oir a alguien…
Llámame. Prometo estar ahí para ti.
Y prometo ser muy callado.


Pero si algún día tú llamas y no hay respuesta...
ven rápido a verme.
Será indicación de que te necesito.

No hay comentarios: